Atmósfera Familiar.
Los adlerianos entienden que toda conducta tiene un propósito, de modo que las personas actúan en las situaciones según sus creencias y metas subjetivas. Las creencias personales están orientadas a metas, a menudo inconscientes, de modo que se articulan en el llamado "Estilo de vida" (Lebensstil).
El estilo de vida refleja la orientación inconsciente de la persona en su vida y los métodos para conseguir sus metas. En la formación del estilo de vida influyen en mayor medida los defectos físicos o "inferioridades orgánicas" y la familia (la constelación familiar y la atmósfera emocional de la familia). En la infancia se desarrolla el núcleo inconsciente del estilo de vida con sus metas ficticias o meta central. El niño en la infancia, a pesar de las influencias familiares y déficits físicos, no es un mero receptor de tales influencias, ya que se posiciona ante las mismas mediante la elaboración de las mismas.
Una vez formado el estilo de vida, este se mantiene por diversos procesos mentales, destacando entre ellos el de la "selectividad" de las experiencias que lo confirman y rechazando lo que no encaja con el mismo. Las percepciones del individuo, la valoración que hace de los hechos y sus emociones y conducta están guiadas por su estilo de vida. Los cuatro primeros años del niño tienen una importancia capital en la formación del estilo de vida, en conjugación con las influencias familiares.
Los factores e influencias que parten de las personas más próximas al niño (padres, hermanos, parientes, amigos de la familia, etc; y las relaciones de estos entre sí) actuando sobre el niño le denomina Adler como"atmósfera familiar". En esa dinámica es central la relación entre ambos padres, y el modelo de conducta-afecto que aportan a sus hijos.
Los padres a menudo establecen unas expectativas hacia el funcionamiento familiar global y el de sus hijos a partir de los "valores familiares". Estos valores familiares representan objetivos sobre los que los padres mantienen una fuerte creencia. Objetivos como la educación, el dinero, la religión, el deporte, el éxito, las relaciones de cuidado humano o la obediencia, suelen formar parte de estos valores. Las ambiciones de los padres hacia los hijos expresan estos objetivos. El niño puede aceptar o rebelarse ante estos objetivos de los padres. La relación entre hermanos conforma otro aspecto de la dinámica familiar, la "constelación familiar". El "orden de nacimiento" de los hermanos, influye, aunque no determina, la perspectiva del niño respecto a las relaciones con sus hermanos y sus propios padres. El primer hijo suele disfrutar de una posición de favor, que puede ser amenazada por la experiencia de "destronamiento" al nacer nuevos hermanos. El segundo hijo suele entrar en una competición constante con el primero por obtener los favores parentales; a menudo desarrolla características de personalidad opuestas al primero, más cuando hay poca diferencia de edad y son del mismo sexo. El niño más joven de una serie de tres hermanos puede ser el portador para los padres de características especiales y ser tratado de manera infantil por estos, desarrollando actitudes dependientes.
Titze (1982) enumera las repercusiones de la atmósfera familiar sobre elestilo de vida inconsciente del sujeto tanto a nivel verbal (creencias semánticas) como no verbal (guiones de escenas analógicas). Cada familia de acuerdo con las características de su atmósfera emocional crea un "lema"que expresa de manera consciente o inconsciente su forma de estar en el mundo.
(1) La atmósfera de rechazo: Los padres o los adultos dominantes tienen un estilo educativo coercitivo que justifican por la importancia que conceden a la disciplina en la formación del carácter del niño. Además los padres rechazan a sus hijos por diversos motivos (por que los perciben como una carga, porque les coarta la libertad, etc). El niño percibe el mundo como hostil, distanciado, malo cruel y violento. La imagen de si mismos suele girar en torno a sentirse rechazados y si se sienten fuertes suelen usar la violencia con frecuencia para defenderse de los otros. Estos niños se pueden convertir en delincuentes, niños difíciles, neuróticos o suicidas. El lema familiar es del tipo : "Cada uno sabe lo que le conviene" , "Ese es su problema"